Se adentra en la dualidad entre la mortalidad y la perpetuidad a través del proceso de creación de una cuerda textil. Con el ancestral arte del telar, se dan vida a hojas de Aloe Vera, resucitando el ritual de envolver el cuerpo. Las hojas secas se transforman en una cuerda infinita, donde los ritmos de colores y texturas danzan en armonía, simbolizando la continuidad eterna. Estos módulos entrelazados, evocadores de los lazos que envuelven el cuerpo en su último reposo, se unen con un hilado flexible que teje la conexión entre el mundo terrenal y el más allá. La creación artesanal de esta cuerda no solo es práctica, sino que también es una oda a la utopía del ser eterno. Fusionando pasado y presente en un único hilo conductor, honra la tradición ancestral y la trasciende en un ciclo infinito de vida y muerte.